Originalmente
la comarca se encontraba incluida en el denominado Viello
Aragón, sentada en la cuenca alta del río Aragón
y los afluentes de los valles de Canfranc, Aísa, Borau,
Hecho y Ansó, la Canal de Berdún y el Campo de Jaca.
En
la localidad de Jaca se concentra la mayor parte de la
población, rodeada de un extenso territorio plagado de
extraordinaria belleza, aunque semidespoblado.
La
zona, no obstante, fue visitada por numerosos pobladores
que dejaron su huella en monumentos como los dólmenes
de Guarrinza y Aguas Tuertas, el monasterio carolingio
de Siresa o la catedral de San Pedro de Jaca.
Sin
ninguna duda, la joya más valiosa de la comarca es el
monasterio de San Juan de la Peña y su panteón real,
donde se especula que allí se guardó el Santo Grial. |